Cantos hinchados

En honor de la hermosa Azalea,
amada de Diamod Rust


I
Princesa de los montes áridos
flotas en el abismo
y yo caigo en la quijada del silencio.
En tu rostro lívido de cielo el sol se desbarranca,
truena el dios gélido en la aurora de Satán
y un escupitajo de sombras
estremece tus mejillas de abedul.
Mis garras de obsidiana se desmoronan
cada que cierras tus párpados vaginas horizontales.
Pequeña escarpada, tiritas en el voladero y
En el firmamento nuestros dedos se astillan.
Mujer hidra, Uroboros.
Mujer crótalo, hollín de sombras
Mujer palabra, cabra y serpiente.
Sordina de alaridos,
dragona ciega con escamas de ángel,
me invades con ráfagas de demencia.
Mujer de soplos inocentes
y sonrisa de hoguera
Algún día me hundiré
en las profundidades
de tus pestañas.

II
Si te pienso bien, soy un barco a la deriva.
si no te pienso, eres rueda de carne
imparable en un mar de lunas
Si te pienso bien, soy viento tejido
y pólvora hambrienta.
Si no te pienso, eres un río de cometas
rugiendo en el otoño.

Salvador Lobo

1 comentario:

Carlos dijo...

Tal vez baste con que sólo sea perfecto en tu cabeza.